25 de diciembre 2023. Navidad en Tenerife!!

 

Nuestro primer día de Navidad lejos de la familia.

Pasamos la mañana recorriendo el valle de la Orotava, a los pies del Teide. La ciudad tiene su encanto y nos damos un tranquilo paseo, ya que hay poquísimos visitantes y locales.

Mausoleo del Marqués de la Quinta Roja. Erigido por su madre tras un tremendo enfrentamiento con la iglesia católica, que le denegaba ser enterrado en campo santo por ser masón. 

Nuestro primer encuentro con los Dragó canarios, que nos dejan enamoradas... que árboles tan entrañables! Nos recuerdan a los baobabs africanos.

 De ahí nos vamos a Icod de los vinos, donde vemos el Dragó milenario, que en realidad tiene 800 años. Nos encantan estos árboles, que tienen un encanto muy particular. A Gemma le recuerdan a las manos de Carlos de Inglaterra…. A mí me enternecen como los baobabs…

Icod también merece una visita, ya que es un pueblo con mucho encanto. Paseamos por sus calles y visitamos el tremendo belén que han montando en la plaza del ayuntamiento y la famosa casa de los balcones, típica construcción canaria del siglo XVII.

 

Visitamos el museo del plátano y aprendemos mucho sobre esta planta, que no árbol, que produce una piña de entre 30-60 kg de plátanos al año. Esta diferencia de peso se ve claramente influenciada por las inclemencias del tiempo, viéndose muy incrementadas las producciones si se crían en invernaderos. Producen durante todo el año y cuando se les corta la piña, también se corta la planta principal y se deja crecer una de las “hijas” que crecen a sus pies. Cuando la piña ya está grande, las meten en bolsas de plástico para protegerlas y cortan las hojas más grandes para que les incida el sol, favoreciendo su maduración. Antiguamente eran las mujeres las que cargaban con las piñas y las embalaban cuidadosamente para exportarlas en grandes barcos. Nos sorprende la fortaleza de estas mujeres cargando con tan pesadas piñas de plátanos. De despedida nos llevamos unos licores que espero lleguen sanos y salvos a casa…

Por ser día de Navidad, hemos reservado en un buen restaurante de Playa América, recomendado por Javier y Carlos, que estuvieron aquí la semana pasada. El restaurante es de alto standing, pero hoy tienen poco personal y nos atienden pésimamente…. No bebemos vino porque no nos vienen a coger la comanda, nos traen la salsa del primero, pero no el pescado, que llega media hora más tarde, cuando ya nos hemos comido la salsa y por último nos sirven los cafés mucho antes que el postre…. Un despropósito! Menos mal que el carabinero relleno que me como yo está de muerte y nos invitan al postre y los cafés por haber estado tan mal atendidas… en fin… Navidad, Navidad, dulce Navidad…

Se nos ha hecho tardísimo, así que no tenemos tiempo de visitar mucho más. Nos vamos a ver los acantilados de los Gigantes, donde se acumula el personal para ver atardecer, pero nosotras decidimos hacer marcha para ver si nos da tiempo a ver Garachico, pero se nos ha hecho de noche y decidimos volver al hotel a descansar. De vuelta compramos algo para cenar en una gasolinera, porque no hay nada abierto tampoco hoy….